El Calabacino

"Y el problema…es que las leyes de conservación y protección del monte...poco ha cambiado desde el franquismo".


Érase una vez un pueblo...

Más bien unas cuántas casas apenas visibles entre el espeso bosque mediterráneo. En estas sierras de tan viejas…desgastadas...vivían bandoleros y contrabandistas, muchos se refugiaron en sus cuevas escapando de la guerra. Después llegó el hambre…y la aldea se despobló. En 1.980 vino la primera pareja al Calabacino. Ella estaba embarazada, compraron una ruina, tuvieron que abrir el camino lleno de zarzas, los manantiales sucios, todo el pueblo era un gran zarzal…y un niño nació. Este fue el comienzo de una nueva etapa para la aldea. Más y más familias fueron llegando, comprando ruinas, huertas, más niños y niñas nacieron. Hoy El Calabacino tiene 115 habitantes, 44 casas, con un índice de natalidad muy por encima de cualquier municipio en la península. Hemos conseguido abrir los caminos ancestrales, recuperar fuentes, manantiales y sistemas de riego antiguos. Hemos conseguido que no nos encementen el camino para que no haya acceso con vehículos a motor, cuando vas subiendo el camino...la música de la aldea son los niños y niñas y los burros… Aquí somos familias de familias…un pueblo unido resistiendo ahora y siempre al invasor.

¿Vuestro banco es el del tiempo?

Desde luego, has dado en el clavo, aunque pienso que te referías a otra cosa pero...cuando habitas en un lugar donde no llegas con tu coche  a la puerta de tu casa… el tiempo es lo que más se nota…todo es diferente...construir una casa son multitud de viajes de burros cargados de arena y materiales, subir una viga es una mañana de fiesta con tus vecinas, una enfermedad es un viaje hacia una misma, un nacimiento es un regalo, una muerte también, todo va a otro ritmo, afuera parece que va todo a más revoluciones, ni te cuento si llegas abajo a la carretera para coger tu vehículo y descubres que te olvidaste las llaves...será que no era el día de salir a ningún sitio, pues parriba canturreando.

¿Qué precio tiene la diferencia?

En el sentido al cual creo que te referías en la pregunta anterior...el precio a veces duele, otras veces te hace dudar, pero la mayoría de las veces, una no repara en el precio, porque es tanta la recompensa. Pero sí, a veces cansa ir a contracorriente. La cosa es que se ha convertido en algo intrínseco en mi vida…de manera que aunque quisiera…no podría volver a lo de antes.

En el sentido en el cual te contesté...el precio es un desfase entre el mundo y tú...la profesora de mi hija comprendió porque mi hija no asistía al colegio los días de lluvia intensa la primera vez que subió al Calabacino.

Los animales que están unidos al agua, ¿necesitan flotadores?

No, pero sí necesitan de animales de la misma especie para reproducirse y que no muten los genes.

¿Qué compartís con los demás pueblos?

Muchos y muchas de las que habitamos aquí venimos de otras repoblaciones. Los neorrurales como ahora nos llaman, aunque de toda la vida fuÍmos los hippies, hemos pasado años recorriendo la península buscando pueblos que habitar, compartimos el orígen, que es pura y dura Resistencia y Resiliencia.

¡Tendréis buen calzado!

Je,je...pues si te digo que yo me paso el verano en chanclas¡¡ Menos trabajar en la huerta y andar con los burros...todo lo demás me las apaño¡¡

Niños y niñas, un continuo renacer

Grandes maestros y maestras, gente especial, que nos dedican canciones agradeciéndonos haberlos criado aquí.

¿Habláis un idioma en común o tenéis una academia de idiomas?

Desde que hemos sobrevivido al sistema asambleario y usamos la sociocracia como método de organización hablar hablamos poco, la verdad. Nos dedicamos a avanzar.

¿Os quieren echar por saber vivir?

Nos echan porque otro mundo es posible...y nosotros lo estamos demostrando una y otra vez.

Por desgracia pocas cosas han cambiado desde la época de los 70, ni en la administración ni en muchas otras cosas.

El Parque Natural y vosotras-os, ¿cómo os nutrís mutuamente?

La figura administrativa y legal del Parque Natural no nutre, sino despuebla, desmotiva y dificulta la vida aquí. Olvida que aquí en esta tierra la naturaleza es así porque los hombres y las mujeres habitaron el monte y lo transformaron. Que cada árbol, río y valle que observamos es el resultado de millones de generaciones habitando y viviendo del monte. La administración considera que la familia con sus cabrillas sobran, sin embargo el hotel spa para el turista es beneficioso. Y el problema…es que las leyes de conservación y protección del monte...poco ha cambiado desde el franquismo.

Somos gente solidaria, ¿cómo os podemos ayudar?

Los problemas legales nos generan gastos que cualquiera puede comprender. Nos ayudamos entre todas y mucha gente nos ayuda. Tenemos una cuenta en la que se puede aportar para solventar dichos gastos: ES91 2100 7236 5501 0003 9823. Pero la mejor ayuda que nos podéis ofrecer a nosotros, a vosotras y al planeta es intentar vivir de manera sostenible, consumir menos, practicar la desobediencia civil, pensar más y sobre todo ser muy pero que muy felices. Así nos ayudaréis a demostrar que otras formas de vivir son posibles, y que el cambio comienza por uno mismo.

(Entrevista publicada el 1 de octubre de 2018)

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