Edorta Beltzunegi
"Es curioso cómo vamos trasformando poco a poco la naturaleza. Los bosques en dehesas y en urbanizaciones, los ríos en presas y pantanos, las montañas en hoteles, pistas de esquíes y carreteras, los árboles en tabones, …"
Si
nos centramos en nuestra época actual, tenemos 2 tendencias en líneas
generales, la urbanita que no acaba de valorar la biodiversidad, la que quiere
una naturaleza domesticada y la rural, más comprometida con su medio, ya que
históricamente han vivido de ella. Por
contra, del primer grupo hay cada vez más personas defensoras de los diversos
ecosistemas con muchisimo conocimiento y del segundo, grupos que ven en la
trasformación drástica de los ambientes, una generación de oportunidades para
mejorar su desarrollo y calidad de vida.
El monte está lleno de
seres extraños, ¿será un cuento?
Sí
está lleno de seres que no controlamos. La mitología y la fantasía nos dominan
en nuestro interior. No hay momento más
imaginativo, que cuando entramos en un bosque con mucho árbol viejo y envuelto
en niebla. En ese momento la mente te
lleva sin querer, a viajar con personajes que nunca los veremos en un mundo
real, seres bonachones cargados de estéticas imposibles. Eso sí, con buenas sensaciones. Pero si lo que imaginamos son inseguridades,
es cuando nos agobiaremos y desearemos salir de allí enseguida, esto que suele
pasar cuando lo que tenemos es oscuridad y ruidos desconocidos dentro del
bosque.
Retorcido... ¿estará
destornillándose de risa?
Bueno,
a veces no tanto de risa, sino de las heridas que ha tenido cuando era joven,
por mano del ser humano o por causas naturales y ahora con la edad del árbol,
se ven agravadas con reumas y artrosis, como nos pasa a los humanos. O la simple lucha por la búsqueda de luz,
parte de su supervivencia. A día de hoy
vemos unos bosques de una determinada manera, pero tendríamos que saber cómo
fueron hace un montón de años, para entender el porqué de las formas.
Me he cobijado dentro de
un tronco y el árbol seguía latiendo
Latiendo
y trasladando la energía que tiene, la sensación cuando tenemos la oportunidad
de meternos en el interior de la naturaleza, es parecida a la de tener un regalo
envuelto en un bonito papel y la necesidad de abrirlo para disfrutar del
contenido. Puede ser el árbol, la
montaña, el rio el envoltorio y el
submarinismo, las cuevas o el interior del árbol los regalos, sorpresas en el
menor de los casos.
Siempre
que se abraza un árbol es porqué éste tiene la suficiente edad y corpulencia,
como para que tengamos el impulso de generar ese gesto. Si dura más de un minuto el abrazo, ya te has
trasladado a la época donde te imaginas que nació esa planta y como era la vida
entonces. Personas que han estado a su
sombra, guerras, sequias, avatares, ritos, tradiciones alrededor de él,… en
fin, un viaje a un pasado, que por el desconocimiento de esas épocas nos vuelve
a las personas nostálgicas e imaginativas.
Un minuto o más, de evasión.
Centenares de troncos en
los caminos...
Rectos,
del mismo tamaño, preparados para su utilización industrial o en lote si no son
de tan buena calidad, apilados para la carga en el camión. Pero lo bueno que tiene que los clareos
sostenibles es que generan oportunidades a plantas y animales que de otra
manera no se podría dar en un periodo a corto plazo. Las desgracias para unos,
son oportunidades para otros, una verdad.
Una gran frase, de un gran amigo.
Un bulto, ¿un capricho o
una marca de nacimiento?
Hay
bultos que fueron heridas que con el paso del tiempo cicatrizan tan bien, que
no podemos saber lo que lo provocó en su día. Las marcas de nacimiento ya es
otra cosa, normalmente en los árboles son la forma de la corteza, la forma de
las ramas, a pesar de que hay veces que se encuentran 2 especies diferentes
juntas y para identificarlas tenemos que mirar a las hojas. Normalmente entre robles y hayas.
¿Cuál es el mejor médico
para un árbol?
Aquel
que le recomienda que no se quede solo, que por medio de los animales se
interrelacione con el resto, el que no le deja solo ante las inclemencias
climáticas, el que no le altera su entorno necesario de humedad, luz, … ósea la
propia naturaleza en primer lugar y después las personas que deciden en ese
entorno. Muchas veces el orden cambia lo
que hace que haya muchas negligencias médicas, cada vez más habituales.
Tienen la virtud de
sacarnos los colores
Cuando
vemos ejemplares solos, aislados, dentro de bosques con pies mucho más jóvenes,
nos podemos imaginar cómo hubiese sido el ecosistema en tiempos pasados donde
vivieron con energía y salud en compañía de plantas hermanas. Pero estas alteraciones no son de ahora, la
creación de pastos, en las alturas de las montañas, quizás sean de las
actuaciones más antiguas. Es curioso
cómo vamos trasformando poco a poco la naturaleza. Los bosques en dehesas y en urbanizaciones,
los ríos en presas y pantanos, las montañas en hoteles, pistas de esquíes y
carreteras, los árboles en tabones, … Fabricamos ecosistemas para nuestro
beneficio. Al final poco a poco vamos viendo el color rojo, el que tiene la
tarjeta roja.
¿Te han contado sus
anécdotas?
Si,
dicen mucho con su estética, con su fuerza interna, con sus ramas retorcidas,
como una persona anciana con muchas arrugas, encorvada, que recuerda cuando era
joven, unos tiempos de los que ya casi no tenemos referencias y nos cuesta
imaginar cuando nos cuentan, cómo fueron.
Pero sobre todo nos cuentan la lucha por sobrevivir, que han tenido a lo
largo de su vida. También han sido
testigos silenciosos de momentos históricos, los robles de Amezkoa te pueden
contar las batallas de las guerras carlistas, las hayas de Orreaga las batallas
de los vascones contra las tropas de Carlomagno, los pinos silvestres de
Erronkari la emigración de las mujeres a Maule, los robles de Lizarraga y
Baztan a Francisco de Jabier y Amaiur, …
¿Cómo es la vejez? Un
viaje
Es
la última etapa de la vida, no por ello la peor. Parece que en el caso de los árboles, es
motivo de admiración ya que normalmente habrán alcanzado su mayor volumen y
será motivo de respeto cuando menos.
(Entrevista publicada el 11 de diciembre de 2017)
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