Agotzenea: Urtzi eta Ander

"Ponemos el respeto a la naturaleza en el centro ofreciendo una alternativa a la construcción que es una de las mayores industrias del mundo, creamos puestos de trabajo juveniles, los creamos en el ámbito rural, tenemos un sentido educativo en nuestra base, tenemos como objetivo principal las formaciones, las conferencias y la difusión hacia la sostenibilidad".


Urtzi y Ander, idealistas y filósofos?

Es evidente que largas filosofadas nos han traído hasta aquí y que sin un punto de idealismo no habríamos llegado tan lejos. Alguna vez alguien nos ha definido incluso como kamikazes. Y todas son en parte verdad. Pero también nos han dicho obreros, revolucionarios, testarudos, valientes… y seguro que cada uno de los que nos han conocido en el camino usaría un adjetivo diferente. Nosotros estamos contentos con todos y cómodos con el recorrido que estamos haciendo. Quizás viviríamos mejor si fuéramos un poco más capitalistas. O no. Quién sabe. Son muchas las cosas que hemos hecho y las decisiones que hemos tomado, y muchas las que se han quedado por el camino. Somos contradicciones.




¿Qué es lo primero, la casa o la persona?

En esta última crisis vivida se ha puesto de manifiesto, una y otra vez, que poner a las personas en el centro es imprescindible. Y otra de las cosas evidenciadas durante el confinamiento es la importancia que tienen las viviendas. Porque las personas y su salud es lo más importante, es imprescindible prestar atención también al edificio en el que pasamos unas 10-12 horas. Más allá del respeto a la naturaleza, es imprescindible garantizar la salud de quienes habitamos los edificios.

¿Cambios en la sociedad, construcciones de colores?

Si, ya hay pigmentos y otros componentes naturales que dan color y son saludables para con respecto a los que viven. Los edificios deben estar adaptados a las necesidades de los residentes y sólo lo conseguiremos poniendo a las personas en el centro.

Leímos en alguna parte que todos los edificios se hacían cuadrados, casas cuadradas, dormitorios cuadrados, armarios cuadrados, cajones cuadrados,... Pero, ¿no somos nosotros y nosotras diferentes? ¿No es redonda la tierra?

Una pareja con tres hij@s o una sola persona tiene muchas veces una casa igual. ¿Tiene sentido? En los hogares hay muchas veces más contaminación que en la calle como se puso de manifiesto en un estudio realizado hace tiempo por Greenpeace.

Siete años para poner en marcha vuestro proyecto, ¿qué es el tiempo?

Echando la vista atrás nos damos cuenta de que el tiempo ha pasado muy rápido, probablemente debido a lo intenso del recorrido que nos ha traído hasta aquí. Los proyectos que tenemos de cara al futuro a veces se alejan a medida que nos acercamos. O eso parece. Seguramente, porque son muchos y vamos pensando en los siguientes.

Es difícil que la gente se dé cuenta del esfuerzo laboral que hay hasta que empieza un proyecto. Para poner el primer ladrillo llevábamos 3 años trabajando y miles de euros gastados. Y todavía, todo por hacer.


¿Economía circular? ¿Dónde está la entrada?

Se inicia, desde nuestro punto de vista, con el consumo de recursos producidos de forma cercana y respetuosa con el entorno. Para ello es imprescindible una profunda reflexión sobre nuestras necesidades reales y una vuelta de tuerca al modelo de vida que conlleva. En cuanto a la bioconstrucción, dimensionar algo adecuado a nuestras necesidades, minimizar el impacto del entorno, aprovechar los recursos pasivos (sobre todo el sol), minimizar la necesidad de estos recursos externos y, por último, centrarnos en el consumo de estos recursos externos (como las energías renovables).

Pero la clave está en el enfoque holístico. Aceptar las contradicciones pero, al mismo tiempo, estar en permanente conflicto.

Energía, ¿aprender a aprovechar lo nuestro?

Está claro que sin militancia no hay futuro. No sé si la pregunta iba por otro lado (¿quizás en el desarrollo del sistema mecánico para la lavadora de ropa?). Nosotros llevamos desde muy jóvenes luchando por una sociedad mejor y hemos decidido llevarla de lo personal a lo profesional. Por eso vemos imprescindible que, además de vivir y trabajar en nuestro valle, como empresa debíamos aspirar a la mejora de la sociedad, destinando nuestra energía a ello.

La FP, ¿se renovará con vosotros?

Es uno de nuestros sueños. Hemos llegado a reunirnos con la directora de ciclos de FP del Departamento de Educación, pero no nos tomó en serio. Afirmó que "si alguien no les dice nada desde arriba, se dedicarán a afrontar el día a día". Seguramente en un futuro próximo haremos otro intento y para entonces ya llevaremos un planteamiento más completo, pero trabajar en ello supone mucho trabajo y ahora mismo no tenemos energía ni posibilidad de invertir en ese tiempo.

Estaría bien, desde las administraciones, ser conscientes de su importancia y dar los primeros pasos para poner en marcha un ciclo de FP en bioconstrucción. Pero es muy difícil hacer esa tarea en formato de militancia. Hay que poner recursos sobre la mesa. Nosotros hemos dedicado ya demasiadas horas gratis a formar técnicos del gobierno navarro.

Asesoramiento, me interesa

La trayectoria de estos años ha sido dura. Hemos trabajado mucho y no sólo en lo que respecta a la construcción. Viajar, pagar formaciones, aprender leyes, entender procedimientos administrativos, enumerar trucos de lo financiero, luchar con justificaciones de subvenciones europeas, entender a políticos y técnicos, meter las narices en la burocracia de la máquina del Gobierno de Navarra, etc. Esto nos ha proporcionado una visión muy amplia del desarrollo de proyectos similares al nuestro. Además, nuestro trabajo mediático, por ejemplo en las redes, y la profundización en las relaciones de miles de personas que se han acercado aquí, nos ha convertido en un referente en la sociedad. Así que viene mucha gente a pedir nuestra ayuda. Al principio hacíamos ese apoyo gratis, basado en la motivación, pero llegó un momento en el que nos resultaba imposible dedicar ese tiempo porque suponía dejar de hacer lo nuestro. Y de ahí salió la idea de trabajar en formato consultoría. Precisamente de dar una respuesta práctica a las necesidades de la gente.

Huertas, cambios en la vida

Sí. Es evidente que la gente que vive en las ciudades no puede hacerse cargo de la producción de su propia alimentación y conseguir una alimentación de soberanía en un balcón (si lo tiene) de dos metros cuadrados. Pero los que tenemos la oportunidad, tenemos la responsabilidad de hacerlo. Robar una mordida a la alimentación industrializada y demostrar que hay otros modelos. Y de paso, para que también aquell@s que producen alimentos de la gente de la ciudad aprendan que hay modelos válidos -y rentables- que están más allá del monocultivo donde ponemos el futuro más que en empresas destructivas como Monsanto, en el ganado del vecino.

No escucho el bosque, ¿estaré sordo?

Ni oímos el bosque y no es porque el bosque no grita de dolor. No escuchamos porque creemos que no dice nada de lo que nos interesa. Y claro, porque no nos han enseñado a escuchar.

Los humanos nos hemos quedado en lo que era un bosque y por lo tanto, en una perspectiva u otra, seguimos entre bosques. Por ello, es imprescindible hablar de nuestra relación con nuestro entorno. Hay que cuidar los bosques, pero cuidar los bosques no es no tocarlos. Hay que gestionar los bosques.

La vida de un bosque es cíclica y por ejemplo el incendio es su punto de inflexión. Pero desde el punto de vista antropocéntrico de muchos, un incendio es un desastre ecológico tremendo. Se trata de un debate similar entre el uso o no de animales. Nosotros tenemos nuestra opinión, pero no venimos a convencer a nadie.

Construcción de una casa de paja. Una vaca al lado. ¿Será peligroso?

Si una vaca tiene disponible la paja que tiene tu casa de paja algo está mal hecho. Es significativo que la aparición de una gotera o una grieta en una casa realizada con criterios de bioconstrucción no tardará en extenderse, ya que la bioconstrucción implica estas cosas. Pero ¿cuántas grietas, cuántos hongos y cuántas patologías hay en las paredes de cemento a nuestro alrededor? El problema no es tanto qué material has utilizado, sino si las cosas están bien o mal hechas. La historia de los tres cerditos ha hecho mucho daño pero nosotros tenemos nuestra propia versión. Una casa no se puede construir en una semana, me da igual con qué material. Y no olvidar que los edificios que hoy llevan más años en pie en el mundo están construidos con materiales naturales.

El uso de la paja es muy revolucionario en la construcción. Es un material excelente, cumple con el estándar Passivhaus en cuanto a aislamiento, es barato, hoy en día muchas veces es inservible y un desperdicio a gestionar. Se queman miles de toneladas cada año porque no saben qué hacer con ellas.

Los Pirineos, ¿qué hay por hacer?

Aunque nuestro valle no está ubicado expresamente en el Pirineo, tenemos más similitudes con los Pirineos que con la Comarca de Pamplona. O quizá también hay un punto de vista romántico en esa afirmación. Pero tenemos claro que con los valores que perviven el Pirineo sí nos identificamos. Y allí queda mucho por hacer.

El principal problema que existe actualmente en el medio rural es el despoblamiento. Para ello hay que mejorar las condiciones de vida de sus vecinos y vecinas y en el centro de unas condiciones de vida dignas está el trabajo y la vivienda.

Desde el punto de vista laboral, tres son las alternativas que desde nuestro punto de vista tiene el medio rural para sobrevivir: por un lado, la estabilidad del sector primario, poniendo en el centro la sostenibilidad. Por otro lado, el turismo, para lo cual es imprescindible mantener la naturaleza del medio rural (naturaleza y estética). Y por último, la generación de energía (generalmente contradictoria con la solución anterior). Además, la mayoría de las veces, además de suponer la destrucción de la biodiversidad, económicamente pone los medios en beneficio de las macro empresas. Por ello, la opción de este último debe ser anulada y obligar a los pueblos y capitales a producir energía de forma local. En nuestro valle hay un macroproyecto de molinos eólicos sobre la mesa y llevamos tiempo combatiéndolo. No sé si conseguiremos frenarlo, pero después de estos meses, una cosa sí que tenemos clara: ¡tenemos argumentos!

La cooperativa, ¿tiene miga?

Una cooperativa puede tener miga o no. Así como una SL puede ser asamblearia o totalmente jerárquica. En cualquier caso, lo difícil es huir de la autoexplotación.

Actualmente la administración ofrece muy pocos medios para la emancipación laboral de la juventud. A menudo vemos en los periódicos y en la televisión intenciones hacia esto, pero está claro que en la práctica, como sociedad, no estamos acertando.

Ponemos el respeto a la naturaleza en el centro ofreciendo una alternativa a la construcción que es una de las mayores industrias del mundo, creamos puestos de trabajo juveniles, los creamos en el ámbito rural, tenemos un sentido educativo en nuestra base, tenemos como objetivo principal las formaciones, las conferencias y la difusión hacia la sostenibilidad. Y aun con todos esos boletos, nadie (desde las administraciones) ha venido a ofrecernos nada. A poner en valor y aplaudir lo que estamos haciendo, si. Y eso también es de agradecer. Pero nada más. Es señal de que como sistema no estamos acertando en algo.

Un pueblo, ¿pero con qué características?

Pueblos múltiples, claro. Pero si tuviéramos que definir un criterio, diríamos que, en la medida de lo posible (ya que la población y el recurso existente en el emplazamiento lo va a limitar), los recursos a aportar desde el exterior sean los mínimos posibles. Y gestionar los recursos existentes de forma permanente (para no agotar el suelo).

¿Cómo véis el futuro de la bioconstrucción?

El agotamiento del petróleo en un futuro próximo marcará la trayectoria de la sociedad. La producción de energía y materiales se verá comprometida (se encarecerá como mínimo) y aumentarán los conflictos entre países por su control. Por ello, la utilización de materiales naturales y renovables cercanos se convertirá en la única alternativa para construir edificios con poca demanda energética. Así, prevemos un futuro prometedor, aunque sea en el contexto de una crisis global.


Argazkiak: Ander eta Urtzi

(Entrevista publicada el 18 de septiembre de 2021)




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