"Itoitz, Pueblos que fueron - Itoitz,
Herri izandakoak"
Memoria para l@s que
han vivido; visión para l@s que no han visto; conocimiento para l@s que no
saben.
La idea de hacer este trabajo surgió cuando llegaron a nuestras manos unas fotos de varios pueblos cercanos a Aoiz y vimos que algunos de ellos habían desaparecido materialmente de nuestros valles. Digo materialmente por que sobre todo, los que tenemos más de 30 años, seguro que los tenemos en la memoria, unos porque han vivido parte de su vida en ellos y otros porque los hemos visitado en multitud de ocasiones. Fue entonces cuando decidimos hacer unas maquetas representativas de estos pueblos que en su día y por motivo del pantano de Itoiz, desaparecieron. Un pantano de Itoiz que sin duda transformo la zona, no solo la que inundó, sino también cambió de alguna manera los pueblos de Aoiz (en la cabecera) y Oroz – Betelu y Nagore en las colas del embalse.
Moldeando el material habéis vaciado el pantano.
Para presentar este trabajo hemos recorrido un largo camino
de cerca de cinco años, un camino muy gratificante, en el que hemos recopilado
fotos, planos, mapas y hemos recogido información de personas que vivieron en
esos pueblos, con el objetivo de que las maquetas fuesen lo más parecido a la
realidad posible.
Hemos realizado 8 maquetas
Los pueblos representados corresponden a los valles de
Lónguida y Arce.
En el Valle de Lónguida han desaparecido 4 pueblos que son:
Itoitz
Aparece documentado ya hacia
1100 como apellido locativo. Fue durante la Edad Media
lugar de señorío realengo. La disminución de la pecha anual entre 1280
y 1427 sugiere una
considerable represión demográfica, atribuible a las pestes de 1348 y
1362.
Hasta las reformas municipales de 1835-1845 lo gobernaban el diputado
del valle de
Lónguida y el regidor del pueblo, que se elegía entre su vecindario. En
1847 los niños y niñas
acudían a la escuela de Orbaiz. Contaba con caminos a Nagore y Aoiz en
mal estado, y
recibía desde Aoiz el correo. Parece que algunas de sus gentes se
dedicaban a comprar vino y
reexportarlo a los pueblos de la Montaña.
En medio de la población se encontraba la iglesia parroquial de Santa
Eulalia, siglo XVI.
Conservaba, como otras localidades del valle, una torre adosada a un
cuerpo bajo alargado
con elementos defensivos.
En el momento del desalojo vivían
dos familias dedicadas a la agricultura y ganadería
Gorritz
Había en el lugar un “palacio” dependiente del monasterio de Odieta, incorporado a su vez
en 1109 a la abadía de Leire.
Entre los siglos XII y XV su labor principal era el trigo y la venta de
vino. En 1824 contaba
con 29 habitantes, todos labradores. Desde 1858 su población fue
descendiendo
paulatinamente, contando con 4 vecinos en 1940 y ya ninguno en 1950. No
figura en el
Nomenclátor de 1970 y sí en el de 1981, pero sin poblar.
Lo gobernaron hasta comienzos del siglo XIX el diputado nombrado por el
valle y el regidor
que elegían los vecinos del pueblo. El diccionario de 1802 cita dos
fuentes de agua mineral,
“la vitriólico-marcial, que produce buenos efectos en las enfermedades
de obstrucciones, y la
otra sulfúrea, que es a propósito para dulcificar la sangre”.
Su iglesia aparecía bajo la advocación de la Asunción.
Este pueblo llevaba deshabitado
varios años
Ezkai,
Aparece documentado ya en 1096
con la grafía “Ezquay”; entonces se habían construido en
su término cuatro molinos.
A comienzos del siglo XV los dos vecinos del lugar eran hidalgos y
libres por tanto, de
cargas señoriales; solían arrendar de tiempo en tiempo los pastos del
término. Su iglesia
estaba dedicada a San Martín.
En 1802 figura como lugar de señorío, reducido a tres casas con 27
personas; pero debía
gobernarse como los realengos; concretamente lo regía el diputado del
valle con el regidor
que elegían los propios vecinos.
El mayorazgo de este nombre y lugar fue fundado por Martín y Graciana
de Ezcay en 1585.
La casa alcanzó la calidad de palacio de cabo de armería el año 1665, mediante un servicio
enmetálico que hizo el real erario su poseedor don Francisco Monreal y Ezcay, de 2.500
realesde plata.
Este pueblo llevaba deshabitado
varios años
Orbaitz
En su término se encontraban las ermitas de San Emeterio y San Celedonio.
Artozki
Existía en Artozki un
palacio con un patio rectangular flanqueado por un balconaje de
madera, y que el
arcediano de Usún compró en 1373. Por estos años había perdido los 5
fuegos que tenía en
1366, pero volvió a poblarse.
Para llegar a la
ermita de San Miguel se atravesaba un puente medieval de un único ojo sobre
el río Equiza.
En los alrededores de
Artozqui, existían los restos de otro puente de mayor tamaño, sobre el
cauce del río Irati. Y
e n lo más alto del pueblo, la parroquia de la Purísima Concepción, de
fines del siglo XII .
En 1802 producía una
cosecha de trigo, cebada, avena, centeno y lino que se consideraba
abundante, y contaba
102 almas, albergadas en veinte casas (ocho arruinadas por los
franceses en 1794). Se
sumaban el cáñamo, legumbres y hortalizas en 1849, además de
consignar liebres,
conejos y perdices, anguilas, truchas y barbos, y el ganado lanar, vacuno,
mular y cabrío.
A comienzos del siglo
XX funcionaba en su término la central eléctrica de unos dos mil
caballos de fuerza de la
sociedad El Irati. En 1960 contaba con un molino harinero.
Muniain
El Señorío de Muniain
se encuentra enclavado en el centro del Valle de Arce, Partido Judicial
de Aoiz.
Contaba primeramente con una extensión de 3.201 robadas pero sufrió varias
expropiaciones; la construcción de la carretera Itoiz-Garralda en 1920, y la de los embalses
de Usoz en 1933, y de Itoiz en 2003.
El señorío se componía
de la casa principal que se construyó en 1910 derruyendo la antigua
casa palacio. Contaba también con un baltegui, bodega, masandería, pajares y varias
cuadras para el diverso ganado. Enclavada en lo alto de los edificios existía una iglesia con
su cementerio de finales del siglo XII y con advocación a Santa Cecilia, patrona de la música.
La era empedrada hacía de balcón hacia el llano del río Irati.
Nagore
Consta ya en 1079-1080
como lugar vinculado a la “tenencia” de Aoiz, encomendada al
magnate Lope Garcés.
Era hacia 1200 una de las “posadas” o sedes del “alcalde de Navarra”
Hasta las reformas municipales de 1835-1845, gobernaban Nagore un alcalde nombrado
por el virrey a proposición del valle, y por el del pueblo elegido entre su vecindario. Tras las
mismas, quedó sometido
al régimen común, siempre dentro de Arce. En 1802 se celebraban
las juntas del valle,
tenía casa con ese fin “y para custodiar los papeles, fusiles, arcabuces,
bandera y tambor”.
Hacia 1800 había “algunas fábricas de pelaires y tejedores que trabajan paños, que llaman
de Roncal”. Y aún en 1847 “algunos habitantes se dedican a la fabricación de paño burdo
para el
país”. Pero tales
actividades industriales habían desaparecido ya cuando empezó el siglo XX,
y sus habitantes sólo
se dedicaban a la agricultura y la ganadería.
En 1847 tenía escuela
y funcionaba un molino harinero. Hacia 1920 existían dos posadas.
Destaca la iglesia
parroquial de San Julián Hospitalario; edificio gótico de sillería.
Hemos hecho también Nagore, porque aunque no ha desaparecido en su totalidad, su parte
baja del pueblo fue demolida.
¿Cómo se enseña la pérdida?
Hemos hecho una maqueta geográfica para mostrar la ubicación
que tenían los pueblos desaparecidos en los valles afectados por el pantano
El objetivo de este trabajo ha sido por un lado, aflorar los
recuerdos de las personas que hemos visitado o vivido en estos pueblos e
imaginar que volvemos a pasear por sus calles
Por otro lado enseñar a los que no conocieron estos pueblos
por su edad o por no haber visitado la zona, que debajo de esa cantidad inmensa
de agua que se ve, existieron unos pueblos donde la vida estaba normalizada en
mundo rural decadente
Estas maquetas tienen un valor añadido ya que como en otros
embalses cuando baja el nivel del agua se ven las edificaciones que fueron
inundadas, en Itoiz no sé por qué motivo se decidió derribar todos los pueblos que
iban a quedar inundados.
Maketas: José Antonio Villanueva Abaurrea y Juan Jesús Leache Goñi
Paneles: Alfredo León
Foto 1: Dejada por Toño
Fotografía: Inhar Lezea
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